La terapia floral es un método natural, integrador, que concibe al ser
humano como una unidad: mente-cuerpo-emociones-espíritu. Ayuda a la
persona a encontrarse a sí misma, a aceptarse tal cual es, a evolucionar
de acuerdo con su proyecto intrínseco, a hallar –o recuperar- la Unidad
consigo misma y con el entorno y el cosmos.
Los remedios florales
son impulsos de energía de altísima vibración (la esencia viva de la
planta), que pueden corregir las desarmonías en un nivel emocional y/o
mental, restaurando el flujo natural de la energía.
Estos sistemas
conciben la enfermedad, no como algo malo o negativo, sino como un
indicio, un mensaje de que debemos hacer ciertas correcciones en nuestro
ser.
Las enfermedades se manifiestan primero en el plano emocional
y/o mental; si no son tratadas allí, se cristalizan en el cuerpo físico a
través de los distintos síntomas o dolencias. Los remedios florales,
aun cuando deban convivir con los remedios de la medicina convencional,
ayudan al individuo a mejorar su calidad de vida.
¿Cómo actúan?
No
operan por medio de la acción bioquímica, biológica o física. Son
remedios vibracionales, patrones de energía vital que al entrar en
contacto con cualquier ser viviente penetran por sus meridianos
energéticos, y transforman la falta de armonía en un flujo firme y
parejo de energía.
Cuando los bebemos, su perfecta frecuencia
energética entra en resonancia con la nuestra y estimula el proceso
curativo: amplían la capacidad de auto observación, lo que facilita el
desarrollo de nuestras potencialidades y recursos. Bach afirma que la
función primordial de las esencias es la de ayudar a las personas a
generar en su interior la virtud opuesta al desequilibrio productor del
mal. Por ejemplo, si soy egoísta, voy a desarrollar la empatía que va a
permitirme tener en cuenta el punto de vista del otro; si soy celoso/a
desarrollaremos la seguridad en uno mismo/a que es lo que desencadena
los celos, etc. etc.
Cada esencia floral se corresponde con
determinados rasgos de la personalidad, actitudes y emociones del ser
humano. Una vez que nos damos cuenta de cuales son esos modos enfermos
y recurrentes de pensar, sentir u obrar que son cauda de la no armonía
psicofísica, se buscan la/s esencia/s floral/es y se prepara la
formula floral apropiada a cada caso particular esos desequilibrios.
Como remedios se dirigen a los conflictos internos, tensiones, bloqueos
emocionales, y problemas físicos resultantes. Ayudan a superar las
dificultades yendo directamente a la raíz del desequilibrio
¿Cuál es el método clínico?
En
primer lugar, el sujeto se singulariza, se lo trata como un ser
concreto e irrepetible, se personaliza, se aprende a ver como una
persona a la cual la enfermedad no le es algo ajeno o sobreagregado,
sino que forma parte de su proyecto.
En segundo lugar, la mirada
clínica hace uso de una serie de recursos técnicos entre los cuales el
más importante es la relación con el consultante, la entrevista y luego
el proceso terapéutico.
En este orden de cosas, el proceso
terapéutico no puede ser concebido como la eliminación de una enfermedad
o un síntoma, sino como la aventura del descubrimiento de uno mismo.
El
terapeuta no tiene el papel protagonista, sino que se limita a
facilitar un proceso en el que el paciente desempeña el papel principal y
del que tiene toda la responsabilidad. El terapeuta crea un ambiente
favorable a la autoexploración y actúa de guía mientras dura este
proceso
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