domingo, 11 de mayo de 2014

¿Para qué sirven y qué son las REGRESIONES A VIDAS PASADAS?



 
Es un fenómeno conocido desde hace más de 3.000 años, que permite revivir intensamente situaciones conflictivas del pasado. Antes de nacer somos plenamente conscientes de nuestras vidas anteriores, de lo que aprendimos y de lo que nos falta experimentar y aprender, y aunque al nacer olvidamos todo esto, nos sirve para elegir el país, la raza, la condición social, los padres y todo lo que necesitamos para seguir avanzando en nuestro camino espiritual.

La terapia regresiva trabaja con las situaciones de emergencia espiritual, es decir en aquellas situaciones en las cuales una persona comienza a sentirse disconforme con la vida que lleva. En ese caso se produce una situación de desequilibrio espiritual.

Cuando se realiza una regresión a vidas pasadas, el individuo es llevado a un estado modificado de consciencia desde el cual puede conectarse con su pasado. Esto se realiza mediante una relajación profunda, induciendo al individuo a un estado mental especial denominado “ampliación de la conciencia”, similar a los momentos previos al dormir.  
Resulta una herramienta terapéutica de gran valor para resolver conflictos y traumas. La persona que está en regresión, en ningún momento pierde la conciencia, ya que no se utiliza la hipnosis.
La pregunta más simple que se le puede ocurrir a cualquiera es: ¿Para qué sirve conocer el pasado?

Y la respuesta es que mucho de lo que nos sucede hoy en día, muchos de los conflictos que no podemos resolver, tienen origen en vidas anteriores como consecuencia del karma y de nuestra necesidad de evolución espiritual.

Cada una de nuestras vidas es como una estancia en una escuela, donde tenemos la oportunidad de aprender y progresar, o donde debemos retornar si no aprendemos la lección.

Cuando existen ciertas situaciones que no somos capaces de sobrellevar, las mismas se presentan una y otra vez, hasta que podamos dar por aprendida la lección correspondiente. Y por esto, ya que mucho de lo que vivimos hoy es la repetición de situaciones ya vividas en encarnaciones anteriores, si conocemos dicha información, tenemos más posibilidades de resolver el tema en esta vida.
Por medio de las regresiones a vidas pasadas, se puede volver a un momento en el tiempo anterior a nuestro nacimiento, como así también a recuerdos de nuestros primeros años de existencia, incluso recuerdos propios del momento de nuestra gestación o a algo mucho más reciente en el tiempo. Nuestro subconsciente es en realidad quien decide qué es lo que necesitamos recordar para sanar.

Por lo antedicho las regresiones implican regresar o volver a experimentar acontecimientos ya vividos, casi como si estuvieran sucediendo ahora mismo.

Con la terapia de regresión partimos del aquí y ahora en busca de los recuerdos bloqueados que nos pueden ayudar a encontrar la respuesta y solución de los problemas presentes.

La primera vez que se realiza una terapia de regresión generalmente el sujeto termina preguntando o preguntándose a sí mismo: ¿Es esto real, o simplemente lo inventé todo?

La reiteración de las regresiones, suele traer más seguridad y aumenta la capacidad de relacionar lo experimentado con lo que se vive hoy en día con lo cual disminuyen los miedos y las obsesiones.
Por la ley del karma, la vida que vivimos en el presente es la consecuencia de lo que hicimos en el pasado, mientras que en el presente vamos sembrando las semillas de lo que nos sucederá en el futuro.

Muchos de los conflictos vividos en vidas previas, se manifiestan nuevamente en el presente como fobias y miedos de todo tipo, enfermedades, adicciones, depresiones, ansiedad, desórdenes alimenticios, problemas para conseguir pareja, y todo tipo de conflictos emocionales y familiares.

La terapia de regresión al ampliar nuestra capacidad de comprender el presente en base a los sucesos del pasado, baja el nivel de culpa y ansiedad.
Durante las sucesivas regresiones guiadas por el terapeuta se reviven intensamente situaciones conflictivas y experiencias traumáticas del pasado, que el profesional utiliza para reconstruir y sanar las emociones productoras del desequilibrio emocional. Una a una y en cada sesión, se resuelven situaciones que generaron conflictos, propiciando la aceptación y reparación de esos hechos.
Esta nueva comprensión de sucesos vividos en tiempos anteriores al actual, produce un efecto terapéutico profundo, incluso sobre cuestiones hasta ese momento inconscientes, sanando y suprimiendo síntomas y angustias del momento actual. Esto da paso a nuevas respuestas exitosas frente a situaciones hasta ahora complejas y angustiantes, eliminando los núcleos del conflicto e impidiendo nuevos fracasos. Se trata de una verdadera terapia emocional y los beneficios obtenidos permanecen de por vida.
Básicamente, permiten acceder y tratar los conflictos desde una óptica muy diferente al de la psicología tradicional. El objetivo es “sanar las emociones” allí mismo donde se produjo el trauma, regresando al pasado mediante las técnicas regresivas.
La idea no es realizar regresiones a vidas pasadas como una forma de vivir sin problemas, sino que la terapia regresiva nos puede ayudar a veces a solucionar problemas, y a veces a convivir con problemas sin amargarnos por ello la existencia.
¿Las regresiones son peligrosas?

En absoluto. No existe constancia alguna, científica ni experimental, de que una regresión pueda afectar a una persona, física o psíquicamente. Muchas personas temen realizar una regresión a vidas pasadas porque tienen ideas equivocadas respecto de lo que les puede suceder durante una sesión, y por esto es conveniente resaltar algunos puntos.

El sujeto de una regresión a vidas pasadas, nunca pierde su consciencia, sabe donde está y con quién está hablando, aunque al mismo tiempo está viviendo situaciones de encarnaciones previas

Al mismo tiempo que se escucha la voz de quien nos guía en una regresión, se escuchan los sonidos de la vida cotidiana

El sujeto se encuentra en estado Alfa, un estado modificado de consciencia, que se produce como consecuencia de la relajación y dentro de su mente puede ver imágenes como si estuviera soñando.

Dependiendo de lo que se revive, se pueden sentir emociones,
Cuando alguien revive un hecho, lo visualiza y siente en primera persona con total fuerza, pero esto no actúa sobre su cuerpo. En lo que respecta a su psique, la regresión es benéfica en sí misma, pues permite liberar las cargas afectivas ligadas al recuerdo de la situación que evoca.
No se utilizan los niveles profundos de la hipnosis, ya que para que el trabajo resulte realmente positivo, el paciente debe estar consciente.
La persona puede decidir terminar con el ejercicio en cualquier momento

El terapeuta guía a la persona a través de sus recuerdos para que el sujeto sea quien halle las respuestas y la sanación que busca

No todas las sesiones son igualmente reveladoras, pero sirven como base para sesiones futuras de las cuales obtendremos más comprensión.
La herramienta con la cual se realizan las regresiones a vidas pasadas, es la relajación.

La relajación permite ingresar en un estado de frecuencia cerebral que es especialmente idóneo para la libre asociación del inconsciente.

De esta forma, buceando en el inconsciente, se puede llegar a descubrir los episodios traumáticos no resueltos, que producen tensiones físicas y patologías de vida en vida.

Las terapias de regresiones abarcan al ser humano como un todo, es decir que se trata de un abordaje holístico que considera al cuerpo físico, el cuerpo emocional, la mente y el alma.

CONTRAINDICACIONES

En realidad no existen conclusiones universalmente aceptadas sobre quienes deben y quienes no deben someterse a un curso de regresiones o practicar las terapias regresivas, pero el sentido común indica que deberían evitarse para:

Los menores de 18 años
Las mujeres embarazadas
Los psicóticos y otros estados mentales alterados
Los que tienen problemas cardiovasculares
Los epilépticos
Personas adictas o alcoholicas

 

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